“El crecimiento integrador significa dar protagonismo a las personas mediante altos niveles de
empleo, invirtiendo en cualificaciones, luchando contra la pobreza y modernizando los
mercados laborales y los sistemas de formación y de protección social para ayudar a las
personas a anticipar y gestionar el cambio, y a construir a una sociedad cohesionada […] Y
también abarca la idea de garantizar el acceso y las oportunidades para todos,
independientemente de su edad. Europa necesita utilizar plenamente su potencial laboral con
el fin de hacer frente a los retos de una población envejecida y al incremento de la
competencia mundial. Se precisarán políticas que promuevan la igualdad entre sexos con el fin
de incrementar la participación de la población laboral, contribuyendo así al crecimiento y a la
cohesión social.”
Comisión Europea, Europa 2020: una estrategia para un crecimiento inteligente, sostenible e integrado.
Resultados clave
Las tendencias clave de las condiciones de trabajo en Europa en las últimas décadas.
El empleo continúa cambiando en Europa con una migración del empleo de la agricultura y la
industria hacia la esfera de los servicios.
Aunque cambian los modelos sectoriales de empleo, la segregación de género en el empleo
permanece.
Más mujeres se incorporan a puestos directivos y dirigen de manera creciente a otras mujeres.
La proporción de trabajadores con contrato temporal ha aumentado en general.
La media de horas trabajada por semana continúa en descenso.
La jornada de 40 horas a la semana distribuida en 5 días (de lunes a viernes) es aún la norma para la mayoría de los europeos.
Casi una quinta parte de los trabajadores europeos tiene problemas para lograr una vida
laboral satisfactoria, un ligero descenso comparado a las cifras del año 2000.
El nivel de formación pagada por las empresas durante los últimos doce meses aumentó
considerablemente entre los años 2005 y 2010.
Ha habido poco o ningún aumento en los retos intelectuales que el trabajo plantea a las
personas. Los trabajadores parecen disfrutar de los mismos niveles de autonomía que hace una
década y además el trabajo monótono parece ser más común.
Menos trabajadores parecen percibir que su salud y seguridad esté en riesgo a causa del
trabajo. El nivel de exposición a riesgos físicos es el mismo.
La exposición al humo del tabaco ha disminuido en los últimos cinco años tras la adopción de una amplia legislación antitabaco.
La intensidad del trabajo continúa siendo alta, aunque parece haberse estabilizado en
comparación con las dos últimas décadas.
Un número sustancial de europeos no confía en que pueda permanecer en su actual puesto de
trabajo hasta los 60 años.
Puedes ver los resultados de esta interesante encuesta en : http://www.istas.net/web/abreenlace.asp?idenlace=8488
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