sábado, 5 de marzo de 2011

La adopción de medidas en materia energética exige un debate con amplio consenso político y social


CCOO cree que la reiteración por parte del Gobierno en la adopción de medidas parciales en materia energética no solo no es útil, sino que pone trabas al desarrollo de un debate de carácter estratégico sobre política energética

Materia energética

Las medidas propuestas por el Gobierno no resuelven los problemas más importantes de nuestro sistema energético: alta dependencia, alta intensidad energética y elevadas emisiones de CO2, por lo que es imprescindible un plan integral de ahorro y eficiencia energética. Es preciso superar los problemas relacionados con la gestión de la demanda, tanto para conseguir una mayor capacidad de respuesta del consumo a la variabilidad de la generación como mediante el establecimiento de programas de ahorro más eficaces que se acompañen de la promoción de un cambio en las pautas de consumo (eficiencia energética en la industria, el transporte y los servicios; eficiencia energética en la edificación), con el objetivo de modificar la precaria cultura que se manifiesta en materia de ahorro energético.

Para CCOO es imprescindible realizar una revisión de todos los componentes del precio de la electricidad, con objeto de eliminar las posibles ineficiencias y sobrecostes y dar transparencia a costes y precios. España, en función de sus recursos, capacidades, intereses y modelo social que persigue, debe adoptar una decisión sobre la composición y diversificación de su sistema energético, como garantía de lucha contra el cambio climático y como factor de desarrollo industrial y de mejora de la competitividad de las empresas españolas.

Con este fin, entre los contenidos del Acuerdo Social y Económico recientemente suscrito, se señala que es imprescindible la adopción de un conjunto de medidas de carácter estructural que contribuyan a la sostenibilidad económica y medioambiental a medio y largo plazo, garantizando la estabilidad frente a los cambios de ciclo económico y político, comprometiendo en el marco del Diálogo Social la formulación de propuestas del mix energético en el horizonte del 2035.

La decisión del Gobierno de aprobar medidas parciales, inconexas y, en mucho de los casos de dudosa eficacia, la falta de una evaluación en profundidad de los efectos de las medidas aprobadas tanto sobre la eficiencia y el consumo energético como sobre su posible impacto sobre la ya frágil situación económica que sufre nuestro país, a la vez que muestra una total falta de voluntad para poner en marcha los mecanismos comprometidos donde abordar el debate en materia energética, no solo no es útil, sino que pone trabas al desarrollo de un debate de carácter estratégico y merecedor de un amplio consenso tanto político como social.

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