Nos juntamos con la celebración de dos fechas importantes. El 22 de Abril es el Día de la Tierra, Planeta en el que habitamos más 7.000.000.000 de personas y que nos surte de recursos para satisfacer nuestras necesidades, y el día 23 de Abril celebramos el Día de Castilla y León, la región que administra parte de esos recursos y desde la cual debemos contribuir a la sostenibilidad ambiental del Planeta: actúa local y piensa global.
CCOO pide energía sostenible con motivo del Día de la Tierra que se celebra este domingo
En unos momentos de crisis energética, donde la quema de combustibles fósiles está contribuyendo a un calentamiento global del Planeta y su escasez nos obliga a buscar una transición justa, la Junta de Castilla y León ha fijado una tasa sobre la producción hidroeléctrica y eólica de la región, dejando exentas a la generación eléctrica con carbón, gas natural y uranio. ¿Acaso necesita incentivos fiscales la central nuclear de Santa María de Garoña, ampliamente amortizada, que genera residuos peligrosos de alta actividad muy costosos de gestionar para la sociedad? El principio de "quien contamina paga" dado la vuelta.
La quema de residuos para generar electricidad también tiene un trato de favor, puesto que la misma Ley que aprobaba la "ecotasa" incluye una tasa al vertido de residuos en vertedero, pero no para su quema con aprovechamiento energético. Esta medida fiscal, que podría ser un incentivo para la reducción de la generación de residuos debería aplicarse también a la valorización energética, de otro modo lo que se está propiciando es el cambio de flujos del vertedero a la incineradora sin atajar la raíz del problema: la excesiva generación de residuos.
La otra amenaza que se cierne sobre la región, y que también apuesta por las energías sucias es la extracción de gas no convencional mediante una técnica conocida como "fracking" o fractura hidráulica. Un método con alto impacto ambiental y cuyo balance energético es muy bajo: se estima que el gas natural de pizarra tiene una tasa de retorno energético de entre 2 y 5, mientras que la energía eólica es de 18.
Parece una ironía que en el Año Internacional de la Energía Sostenible, la Comisión Nacional de la Energía prevé el estancamiento de las renovables en los próximos años, con una instalación de 1541 megavatios en 2012. La previsión para el próximo trienio (2013-2015) es desoladora, no se espera que se instale ni un sólo megavatio de fotovoltaica, termosolar, hidraúlica, biomasa o biogás. Necesitamos construir una economía baja en carbono, que reduzca las emisiones de gases de efecto invernadero y para ello la vía más efectiva es la inversión en energías renovables y la puesta en marcha de políticas de ahorro y eficiencia energética.
Por otro lado, la riqueza forestal de Castilla y León juega un papel muy importante como sumidero de carbono, entre otras muchas funciones ambientales y sociales difícilmente cuantificables económicamente, por lo que es prioritario proteger las masas forestales del riesgo de incendio para prevenir la pérdida de este patrimonio de toda la sociedad y la base económica de un sector en alza. Es inaceptable la merma de recursos para la prevención y extinción de incendios en la región, en 2011 se redujo un 38,4% en comparación con 2010, reduciendo las labores de selvicultura preventiva y personal del operativo de incendios. La Tierra no puede esperar, es el mensaje que se quiere transmitir en este Día, y el que cabe también en el manifiesto de Villalar de mañana, Castilla y León no puede esperar. Somos una parte del puzle y responsables de una transición justa que de soluciones, no solo a la crisis económica, también a la crisis ambiental y social de un Planeta que ha excedido la capacidad de carga y con un reparto desigual de la riqueza.
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