La Feria de Artesanía y el Ajo de Portillo se ha convertido en una excusa para muchos turistas que se acercan a esta localidad vallisoletana el último fin de semana de junio, que es cuando tiene lugar la feria. Esta iniciativa parte de la asociación que engloba a artesanos, alfareros, confiteros y ajeros que durante dos días dan a probar sus productos.
El ajo blanco autóctono tiene un lugar destacado y para divulgarlo se degustan diversos guisos elaborados a partir de este producto como torreznos fritos con ajos o sopas de ajo.
En los puestos, que toman como escenario los alrededores del castillo, se puede observar el modo de enhorcar los ajos, cómo se realizan las cerámicas o conocer el modo de bañar los mantecados de Portillo, el rey de la repostería del municipio. Unas pastas que han tomado el nombre de la localidad y que también se dan a probar durante la feria.
Los actos se completan con exposiciones de fotografía, charlas y coloquios, junto con la música y bailes populares.
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