lunes, 3 de octubre de 2011

CCOO ante la JMTD del 6 de octubre: El trabajo decente no es un privilegio


El 6 de octubre se celebra en España la Jornada Mundial por el Trabajo Decente (JMTD) que convoca en todo el mundo la Confederación Sindical Internacional (CSI) para llamar la atención sobre las condiciones en las que viven y trabajan la mayoría de la población trabajadora de nuestro planeta. En esta edición, CCOO llama a movilizarse contra los recortes de derechos y prestaciones sociales.

El trabajo decente no es un privilegio

El trabajo decente no es un privilegio

La Confederación Sindical Internacional (CSI) aprobó en su Congreso fundacional de Viena, en 2006, la celebración de una Jornada Mundial por el Trabajo Decente (JMTD), el 7 de octubre de cada año (en esta ocasión, en España la celebraremos el 6 de octubre).

El concepto de "trabajo decente", acuñado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), se refiere al que se realiza respetando los convenios proclamados fundamentales por esta organización en 1998 -libertad sindical, derecho de huelga y negociación colectiva, prohibición del trabajo infantil y del trabajo forzoso, y prohibición de toda forma de discriminación labora - y que, además, es un trabajo que se realiza bajo contrato, con una remuneración justa y el derecho a unas prestaciones sociales básicas.

Con la JMTD, la CSI ha tratado de llamar la atención a los poderes políticos y económicos, nacionales e internacionales, y a las sociedades, sobre las muy difíciles condiciones en que el modelo neoliberal de globalización mantiene a una mayoría de la población trabajadora de nuestro planeta. También han tenido un carácter reivindicativo en su exigencia de universalización de los derechos fundamentales del trabajo.

La CSI considera desde una posición internacionalista, que sólo la lucha en común de los trabajadores y trabajadoras de todo el mundo por el trabajo decente permitirá alcanzar los derechos del trabajo y una vida digna a quienes hoy no la tienen, y, al mismo tiempo, mantenerlos a quienes los han alcanzado y se ven sometidos, hoy, en los países desarrollados, a una fuerte ofensiva para deteriorarlos.

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