sábado, 24 de enero de 2009

Ineptos, NO gracias.


Ineptos y corruptos han hundido a la humanidad en una crisis que tan solo puede calificarse de “humillante”.
Familias dignas, empresarios honrados y esforzados obreros advierten que pese al duro trabajo de toda una vida, políticos canallescos y ejecutivos sin escrúpulos les están obligando a suplicar como mendigos.

Millones de manos perderán unos callos de los que sus dueños se sentían orgullosos porque demostraban hasta que punto habían luchado por sacar adelante a los suyos.
Ahora envían esas manos al paro y ni siquiera les dan la oportunidad de luchar.
Las guerras son terribles pero al menos permiten demostrar coraje y rebeldía.
Y morir dignamente.


El actual expolio tan solo conduce a la degradación y la vergüenza porque no existe fusil capaz de enfrentarse a una hipoteca, ni bala que atraviese el cráneo de un impasible funcionario parapetado tras una fría mesa de despacho.
Y ya ni siquiera repiten la horrenda cantinela: “Vuelva usted mañana”, que al menos alimentaba una remota esperanza de salvación.


Ciento setenta y cinco años después de que Mariano José de Larra publicara su famoso artículo prefieren concluir con una frase que suena a epitafio:
“Y no vuelva nunca”.

No hay comentarios: