Los precios suben por primera vez desde el mes de marzo

Los precios en España han experimentado una ligera recuperación en el penúltimo mes del año; al pasar de una serie de variaciones negativas desde el mes de marzo a un incremento interanual en noviembre del 0,3%, un punto superior a la del mes pasado. Por su parte, la inflación subyacente (que excluye del cálculo del IPC los precios de los derivados del petróleo y de alimentos no elaborados) se mantiene en niveles similares a los de los meses precedentes, ubicándose en noviembre en el 0,2%.

A su vez la inflación mensual ha sido del 0,5%, cuando su símil de octubre había sido del 0,7%. Si tenemos en cuenta que este regreso a niveles positivos, luego de ocho meses deflacionistas, acerca la variación anual del IPC al de la inflación subyacente, no es difícil percibir el papel que han jugado los precios de las materias primas en los descensos de los precios entre marzo y octubre. En Castilla y León, la deflación también parece dar paso a una convergencia con la variación positiva de los precios en el conjunto del país, si tenemos en cuenta que la inflación interanual de noviembre ha sido del 0,2%, y la variación mensual del 0,6%.

Esta variación anual positiva de los precios en España se explica fundamentalmente por la evolución de los precios en materias como: el transporte, cuya variación, del 0,9%, es la primera tasa positiva desde octubre de 2008, y cuya recuperación se explica por el incremento de los precios en carburantes y lubricantes frente a la fuerte bajada de noviembre de 2008, la vivienda, con una tasa del 0,3%, impulsada por la subida de los precios del gasóleo y finalmente vestido y calzado, que si bien continúa con una tasa negativa, -0,9%, está un punto por encima de la del mes pasado, a raíz de la recuperación de los precios frente a unas rebajas más acentuadas que las del año pasado. En cuanto a las variaciones mensuales positivas de la tasa de inflación, también debemos destacar los incrementos en materia de transporte, con una tasa del 1,1% y de vestido calzado, con una tasa del 4,5%, que recoge los últimos efectos de la temporada de invierno.

Castilla y León, como ya se ha mencionado, presenta un panorama bastante similar, al asentar la recuperación del crecimiento de los precios en la reversión de las anteriores variaciones interanuales negativas en materia de transporte, donde se pasan de una tasa de -4,5% en octubre a una de 0,6% en noviembre o las mejoras en materias que aún continúan con tasas negativas como vivienda al pasar del -2,6% en octubre al -0,7% en noviembre o vestido y calzado, donde se pasa del -1,7 en octubre a -0,6% en noviembre. Por otra parte hay que tener en cuenta la fuerte variación interanual positiva de los precios de bebidas alcohólica y tabaco (13,2%) y Enseñanza (2,9%). A su vez, los precios que más se han incrementado entre noviembre y el mes pasado (inflación mensual) han sido también los de vestido y calzado (4,5%), vivienda (0,8%) y transporte (1,2%).

Una inflación en positivo no es sinónimo de recuperación económica, sino de un mero reacomodamiento de los precios en donde se suaviza el impacto de los descensos en las cotizaciones de las materias primas y productos energéticos. La caída interanual del PIB español del 4% en el tercer trimestre y la perspectiva de unas tasas de paro que rozarán el 20% durante el año próximo, siguen planeando sobre el horizonte del panorama económico español. Por otra parte los niveles de endeudamiento conjunto del sector público español están suscitando suspicacias por parte de las calificadoras de riesgo, con el impacto que ello podría tener de cara al financiamiento que la economía española necesita y necesitará en el futuro inmediato. Todo esto nos advierte de un frente de tormenta muy preocupante para el conjunto de los trabajadores, si lo que se pretende es dotar de carburante a la hipotética recuperación económica que se espera para la próxima primavera a través de unos incrementos en la productividad empresarial basada en el recorte de salarios y más precarización en el empleo. Así, desde CCOO exigimos que esta nueva etapa de diálogo social esté dedicada al incremento de la productividad del trabajo vía el mejoramiento de las condiciones de trabajo, de la estabilidad en el empleo, y de la formación y capacitación del factor de producción creador de riquezas por excelencia.