jueves, 30 de enero de 2014

Rascacielos sin gasto energético en Bilbao.




Los dos primeros bloques en forma de que inaugurarán la operación urbanística de Bolueta van a marcar un hito en el Estado. El equipo de arquitectos que los ha diseñado, el estudio navarro VArquitectos, ha planteado sendos rascacielos pasivos, es decir, de una alta eficiencia energética que va a suponer un gran ahorro económico para los futuros vecinos.
"Se puede hablar que si una vivienda gasta 150 euros en energía en estos edificios costará 15", asegura Germán Velázquez, responsable del proyecto. Todo se basa en el certificado Passivhaus, el exigente estándar alemán de eficiencia energética, que marcará la construcción de edificios a partir del año 2020 en Europa, y que implica "un consumo de energía prácticamente nulo", apostilla decidido el arquitecto.
Los responsables de Visesa tienen que determinar todavía el tono que tendrán las fachadas de los bloques
La calificación alemana permite reducir hasta un 75% de consumo de energía que en un edificio habitual
El tiempo que se ha demorado el desarrollo del proyecto, desde que el anterior Gobierno vasco adjudicó el diseño, ha permitido al estudio navarro, primero en el Estado que se ha certificado comoPassivhaus designer, en profundizar en la eficiencia energética de estos bloques. "En el Estado solo hay cinco viviendas unifamiliares que cumplan este certificado y los de Bolueta serán los primeros bloques en altura en conseguirlo y encima para vivienda sociales", explica Velázquez. Un detalle del trabajo que está suponiendo aplicar todas las obligaciones que marca el standard Passivhaus es que implica la elaboración de planos cuatro veces más que un edificio al uso de estas características. Sobre la cuantía que puede suponer convertir estos edificios en pasivos energéticamente el arquitecto asegura que "el sobrecosto es muy pequeño".
Para poder alcanzar unos consumos tan ajustados, hasta un 75% menores en carga y demanda de calefacción, se ha trabajado en el aislamiento de todo el bloque incluso en las esquinas, entrantes y salientes para minimizar los puentes térmicos de las fachadas. También se impide el paso del aire con exámenes continuos mientras se construye el bloque y las carpinterías y los vidrios de las ventanas tendrán altas prestaciones. Gracias a la alta estanqueidad de la vivienda, se plantea una ventilación con recuperación de calor de alta eficiencia. Esto permite en primer lugar un aire interior de una mejor calidad que el exterior gracias a los filtros del aparato, y en segundo lugar un importante ahorro de energía. "En una vivienda pasiva, por lo menos el 75% del calor del aire de extracción se recupera para el aire de impulsión", explica Germán Velázquez.
BLOQUES DE COLORES Aunque el diseño de los rascacielos está cerrado hay un factor muy importante que no se ha definido aún, el color de las fachadas. El diseño original planteaba un color gris oscuro poco atractivo que no ha calado en los responsables de Visesa. De hecho, parece que se ha desechado definitivamente esta tonalidad ya que desde la sociedad pública se ha planteado al estudio de arquitectura que busque algunas variables que aporten más vitalidad a los edificios. Germán Velázquez explica que ya trabajan en ello y pone en valor la versatilidad de los paneles que componen las fachadas. "El material elegido permite muchas opciones y puede tener varios colores desde un blanco perlado a verde, como el de la infografía, o un negro brillante que parezca todo el bloque de vidrio".
Desde el estudio de arquitectura no descartan incluso que ambos edificios se vistan de color diferente. "En cuanto Visesa adjudique la construcción iremos al lugar con muestras diferentes de tamaño real para ver cómo se conforman los reflejos que se van a dar y decidir entre todos de qué color definitivo serán", finaliza.

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